Las jugadoras del Real Madrid femenino se taparon el parche de la Liga F antes de la disputa de la última jornada del campeonato. Las blancas saltaron en la ciudad deportiva de Zubieta, donde se medían a la Real Sociedad, y en su formación inicial se pudo comprobar el descontento por la negociación del convenio colectivo del fútbol femenino. El motivo no es otro que la propuesta de la LPFF. Mientras que los directivos se embolsan 150.000 euros anuales, proponen aumentar el salario de las protagonistas a 19.000 en los próximos tres años.
En la última jornada, tanto las de Toril como las donostiarras se quejaron por la propuesta de la Liga y lo mostraron tapándose el escudo de la competición. Algo que podría repetirse con los otros 14 equipos que componen la competición en la última jornada. El bloqueo de la negociación es evidente, lo que ha provocado las quejas de las futbolistas, que reclaman más garantías a la patronal.
El reclamo de las jugadoras no es otro que garantizar unos salarios acordes al paulatino crecimiento del fútbol femenino en nuestro país. Los sindicatos que componen el banco social habían anunciado en un comunicado que sólo habían recibido respuestas negativas por parte de la Liga desde que empezaran a negociar el pasado mes de julio. Más aún cuando los directivos de la competición se embolsan anualmente 150.000 euros.
El comunicado fue compartido por muchas de las jugadoras de la competición, algo que ha sido respondido por Beatriz Álvarez Mesa, presidenta de la LPFF. Cabe recordar que LaLiga se hizo con la explotación comercial de la máxima categoría del fútbol español por 42 millones de euros a razón de cinco temporadas. Además, se embolsaron por la venta de derechos televisivos a DAZN 35 millones y el CSD inyectará en los clubes 22,5 millones en las próximas tres campañas.
Las jugadoras, a través del banco social que forman diversos sindicatos, piden aumentar el salario mínimo de los 16.000 euros actuales a los 30.000 euros en la 24-25 y con carácter retroactivo. Sería prácticamente el doble. Una petición que llega teniendo en cuenta que el club que menos ingresa percibe unos 400.000 euros por temporada.
Sin embargo, desde la Liga F, donde sus dirigentes perciben 10 veces más que las futbolistas con el sueldo más bajo, ofrecen subir en sólo 3.000 euros el salario actual durante los próximos tres años y, además, exigir dedicación absoluta. Para la próxima temporada la propuesta es de 16.500 euros, para la siguiente es de 17.500 euros y, por último, para la 2024-25 es de 19.000 euros.
